Es el mercado de invierno de Jokkmokk y no podía estar en otro lugar que no fuera el Círculo Polar Ártico, concretamente en la parte lapona de Suecia. Esta localidad gélida por su ubicación, apenas si sobrepasa los 2.500 habitantes pero, cada año y después del primer jueves de febrero, durante unos días entre 30.000 y 40.000 almas pululan por los alrededores helados de Jokkmokk.
Ha llegado la época del mercado de invierno, uno de los acontecimientos más importantes de la zona, sobre todo para los samis de la región y, no es para menos, la tradición se remonta nada más y nada menos que a cuatro centurias atrás.
Puede que para mentes y cuerpos no acostumbrados a tanto frío pueda parecer extraño que tanta gente decida reunirse en medio de la nieve, a veces a más de 25ºC bajo cero. De hecho, en este punto del mundo las temperaturas llegan a bajar hasta los -40º.
Sin embargo, en estas fechas se cuenta con varias horas de luz al día y se aprovechan para celebrar este interesante y fresquito mercadillo.
La historia viene de lejos, cuando los samis se reunían en este punto del mapa para intercambiar géneros, aprovisionarse de cuanto necesitaban, vender lo que producían o fabricaban y cumplir con el sistema recaudatorio de impuestos. Además la ocasión era aprovechada para ojear vecinos y buscar pareja.
En la actualidad todo sigue más o menos igual, aunque está claro que lo del sistema recaudatorio ahora queda en manos del Gobierno de Suecia. Por lo demás, resulta espectacular asistir a las carreras de renos sobre pistas de hielo y probar un buen estofado de venado.
