Pablo Ruiz picasso

Una vez más Pablo Ruiz Picasso está en la gran pinacoteca madrileña. El Museo Nacional del Prado tiene uno de sus espectaculares cuadros como obra invitada. Se trata de La Acróbata de la Bola, una obra de 1905, que podremos contemplar hasta el próximo 18 de diciembre.

Es la primera vez que la fabulosa pintura, perteneciente a la etapa rosa del pintor malagueño, puede verse en España y viene directa desde las salas del Museo Pushkin, de Moscú, de donde no había salido desde 1971. Sin esta obra, el periplo rosa picassiano no puede ser comprendido en toda su expresión. La Acróbata de la Bola supone una de las mayores aportaciones del período.

Museo del Prado, Madrid.

Calificada como una de sus grandes obras maestras y habiendo salido de la melancólica etapa azul, Picasso indaga en las formas y los volúmenes a través de un cuadro lleno de vida y bipolaridad, en el que una frágil, estilizada y grácil acróbata sostiene una bola, mientras es observada por un robusto, fuerte y sólido atleta sentado sobre un cubo.

El pintor de Málaga realizó esta obra a los 25 años, cuando residía en el  Batau Lavoir de Montmartre. El cuadro que hoy se exhibe en el Prado fue adquirido por la coleccionista norteamericana Gertrude Stein, la ilustrada escritora que tanto influyó en la cultura vanguardista y que también protagonizó uno de los retratos más famosos del propio Picasso.

El cuadro pasó por diferentes manos hasta llegar a Ivan Morozov, en 1913. Tras la Revolución de Octubre, la pintura pasó a ser propiedad estatal y acabó alojada en el Pushkin. Con la visita a España de este cuadro, el Prado muestra una vez más su obsesión por retener al artista, que también fue director de esta institución.

Fotografías de anyjazz65, gushnu, jaime.silva, Turismo de Madrid y teadrinker.
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