Por supuesto que en mi empeño por realizar un monográfico de la capital de la Costa del Solen fechas tan señaladas para los malagueños, no olvidéis que están celebrando su semana grande, la semana de la Gran Feria del Sur de Europa, tenemos que decir que no podíamos dejar de resaltar los sabores de Málaga.
Y es que está claro que existe una Málaga gastronómica de una pureza e intensidad de sabores que difícilmente conseguirás encontrar en otros lugares, porque las recetas tradicionales y los productos de la zona han conseguido una cocina fresca, muy de mercado, de maridaje, de mar y monte… en definitiva una mezcla, un mestizaje, tan hermoso en la historia de Málaga.
Si existe un producto estrella por antonomasia ese sería, sin lugar a dudas el boquerón victoriano, cogido en la propia bahía malagueña y que luce un brillo y un tamaño especial. También resulta especial su sabor y en Málaga, además, saben prepararlo con en ninguna otra parte, como uno de esos platos de “pescaíto frito”, que han hecho tan famosa a la ciudad, o en vinagre.
Esta última preparación viene de épocas añejas, cuando en un lugar eminentemente marinero y cuyo base alimenticia era el famoso boquerón, las familias no podían permitirse el lujo de que el pescado se echara a perder por falta de refrigeración. Idearon una forma de mantener los boquerones sanos por mucho tiempo, usando una especie de adobo consistente en vinagre, aceite, ajo y perejil. El resultado ha llegado a nuestros días y es una tapa deliciosa.
Como plato elaborado yo aconsejo el Ajoblanco, un gazpacho muy malagueño que la provincia ha legado a la colección de sopas frías de Andalucía. La esencia, productos de Málaga: almendras, uvas, aceite de oliva y ajos. Muy refrescante y reconstituyente.
Y déjate aconsejar por los restauradores de Málaga, saben hacer su trabajo muy bien. Tú dedícate a catar todo lo que puedas: Ensalada malagueña, Gazpachuelo, Berzas, Rabo de Toro, Almejas al vino, Porra Antequerana, Lomo en Manteca y tantos y tantos platos para los que no tendríamos espacio.
Pero dos cositas más. No olvides los deliciosos espetos de sardinas en un chiringuito a la orillita de la playa, el vinito dulce de Málaga (con Denominación de Origen) y postres tan dulces como la Torta de Almendras, los roscos de vino o el Bienmesabe.