Aún faltan diez días para el incio oficial del carnaval más famoso del mundo, el de Río de Janeiro, pero los cariocas ya andan metidos de lleno en su fiesta por excelencia y la ciudad es un hervidero de alegría. Afortunadamente atrás quedaron las dramáticas horas que se vivieron tras el incendio de parte de la Ciudad de la Samba, que destruyó casi todo el material realizado a lo largo del año.
Sin embargo este pueblo admirable, abnegado y generoso, resuelto y alegre, ha conseguido vencer una vez más a la adversidad y han puesto en pie un carnaval que no va a tener nada que envidiar a ediciones anteriores. De hecho todo está listo para recibir a los miles de turistas que se unirán a la fiesta en esta ciudad de Brasil.
Ya andamos respirando samba de escolas y favelas, de bellas diosas de carne y hueso y apuestos momos de músculos danzarines. Todos queremos un sitio en el Sambódromo para ver nuestra escola favorita o, mejor aún, para ver todas las escolas y para eso tenemos que darnos prisa, si es que aún encontramos tickets para un recinto en el que no cabrá ni un alfiler y en el que se derrochará la imaginación desbordante de miles de brasileños soñadores y creativos.
Pero mientras tanto, los “blocos” ya se han echado a las calles. Son bandas callejeras que llenan de música los barrios de la ciudad. Abren boca, sin duda, porque son músicos y bailarines buenísimos y disponen el ánimo para la pachanga y el buen humor.
Seremos casi un millón de turistas los que visitemos Rio de Janeiro durante su famoso carnaval y ellos insisten en que hay espacio para todos. No nos cabe la menor duda el corazón de los cariocas es enorme y les estamos agradecidos por dejarnos ocupar un pedacito.
¡Viva el Carnaval!
Fotografías de Michael Baldwin, sfmission.com y Pedro Kirilos.
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