Que Rio de Janeiro vive su noche más larga no es un secreto. La final del desfile de las escolas principales por el sambódromo da Marquês de Sapucaí va a durar horas, en un larguísimo proceso para el que los cariocas se preparan durante todo el año. Color, calor, música, diseño, cuerpos, samba… pasión vibrante de un Rio en Carnaval.
Este año además de aparecer remozado en su tecnología que ofrecerá una mejor acústica y un mayor despliegue en iluminación. 70.000 personas se dan cita para disfrutar del que sin duda es considerado como el mejor carnaval del mundo. El diseño de Oscar Niemeyer ha sido complementado, durante los últimos 9 meses, con mejoras como el acceso a los discapacitados a través de ascensores y rampas y una ampliación para acoger a casi 13.000 asistentes más.
No podemos dejar de pensar en las inmensas presentaciones de las escolas, con casi 5000 participantes cada una y con una inversión anual de entre 2 y 4 millones de euros por escola, en la que la mayoría de los integrantes provienen de las favelas, donde el carnaval es, además, una vivencia muy personal para que se preparan con auténtica devoción niños y grandes.
Claro que luego Rio de Janeiro se prepara para poder atender a unos 5 millones de visitantes, de los cuales casi un millón son turistas, que dejarán en la ciudad casi 500 millones de euros.
Cabe señalar que en esta edición el sambódromo, de 550 metros de largo, ha sido regado con insecticidad con el fin de prevenir la epidemia de dengue y eliminar posibles focos de infección.