El Parque Nacional Los Haitises se encuentra en la costa nororiental de República Dominicana, en un lugar que es remoto y que está protegido para que su naturaleza se conserve en perfecto estado. Aunque durante décadas este sitio tuvo el acceso limitado para los turistas para preservar el hábitat local, con el tiempo se ha ido convirtiendo en un excelente sitio para ir a hacer ecoturismo.
La forma más sencilla de llegar hasta este sitio es hasta el aeropuerto internacional de Punta Cana y desde allí tomar un autobús o alquilar un automóvil hasta la población de Miches, que se destaca por sus playas, y desde ella unirse a un tour por este parque. Todo este parque tiene una extensión de un poco más de ochocientos kilómetros cuadrados y en él se destacan colinas que van entre los treinta y cuarenta metros de altura.
En el Parque Los Haitises hay una buena cantidad de cavernas que se pueden visitar en embarcación por los alrededores y que tienen en su interior pictogramas y petroglifos. En este sitio hay dos zonas principales que son el bosque húmedo subtropical y el bosque muy húmedo subtropical, que tienen diferentes tipos de flora como son varias especies de orquídeas y de árboles como el de cedro.
La fauna, por su lado, tiene una gran variedad debido también a los diversos tipos de flora local, y tiene la mayor cantidad de especies de todo el país. En un paseo por este parque se pueden encontrar mamíferos como la jutía, el murciélago y el solenodonte, siendo especies en peligro de extinción. Además, este destino es favorito entre los observadores de aves porque hay muchas especies propias de allí y un buen número de otras, y entre ellas se destacan la cotorra, la lechuza y el pelícano.
Este parque se encuentra en la Bahía de Samaná y en un recorrido por él se pueden ver varios cayos, pequeñas islas y paisajes de manglares. Así que un viaje hasta allí es perfecto para los amantes de la naturaleza que quieren acceder a una buena cantidad de flora y fauna que no encontrarán en ningún otro punto del planeta.
Fotografías de Anton Bielousov, Genosonic.