Marruecos es fascinante, de eso no cabe ni la menor duda. La generosidad de sus gentes, la belleza de su entorno y sus agudos contrastes hacen del país magrebí un destino espectacular y siempre sorprendente. Hoy viajamos hasta el Alto Atlas, la zona en la que se encuentran las mayores cotas de altitud del norte de África.
Precisamente en este lugar, un poco más allá de Ouazarzate, nos adentramos por el valle del río Dadès, uno de los destinos turísticos más visitados del país, sobre todo por los amantes de la naturaleza extrema y del trekking. Antes de llegar al espectacular desfiladero, el paisaje del valle está cuajado de típicas kasbah, las antiguas alcazabas defensivas que nos ofrecen una de las estampas más propias de la región.
La carretera que nos lleva hasta el punto más espectacular de la Garganta del Dadès es un camino retorcido y serpenteante que, dependiendo desde el lugar en que comencemos, puede suponer un viaje en coche de hasta 50 kilómetros por los montañosos desfiladeros del Alto Atlas. Un regalo para los amantes de la fotografía, porque en pocas partes del mundo arrancarán a la piedra pura las tonalidades que le confieren los rayos del sol africano.
Para los más andarines resulta bastante fácil contratar los servicios de agencias y expedicionarios especializados en la zona que nos ofrecerán una experiencia única de varios días de recorrido a pie. Los propios hoteles pueden facilitar al turista la información que necesiten para contactar con personal cualificado, algo absolutamente imprescindible para gozar de una excursión muy atractiva y prometedora pero con todas las garantías y medidas de seguridad.