Rabat es una población que se encuentra justo a las afueras de Mdina, la antigua capital de Malta, que es reconocida por el legado romano que aún se mantiene en se centro histórico. En este lugar se encuentran algunos lugares históricos que vale la pena visitar como son las grutas de San Pablo, al igual que su respectiva iglesia.
La iglesia de San Pablo está construida encima de la gruta del mismo nombre y data del siglo diecisiete. Algunas de las características principales de este templo son la estatua de San Pablo que fue donada por el Gran Maestro Pinto a mediados del siglo dieciocho, en el año de 1748; así como la galera de plata que cuelga del techo que fue donado por los Caballeros de San Juan en el año de 1960, para el aniversario 1.900 de la llegada hasta allí de San Pablo.
En la biblia se asegura que San Pablo junto a sus misioneros llegaron hasta esta población luego de un naufragio y allí se quedó durante tres meses. Allí no sólo sobrevivió a la mordedura de una serpiente, sino que se encargó de sanar a varios locales; viviendo en la gruta que posteriormente tendría su nombre, desde donde se dice que se dedicó a dar sermones.
Algunos siglos después, a esta gruta e iglesia de San Pablo de Rabat se añadió el Santuario de San Publius, a principios del siglo diecisiete, en el año de 1617. Este lugar está dedicado a este español que llegó hasta este lugar para convertirse en un caballero, pero que después de visitar la gruta se convirtió en un ermitaño; y es una de las partes más hermosas de todo este sitio.
Fotografías de Lysy, Glen Bowman, Andrew and Annemarie.