Para hablar de los orígenes de la cerveza Tusker, la más notable de todo el África oriental, hemos de remontarnos a principios del siglo XX, cuando en 1922, George y Charles Hurst decidieron fabricar la primera cerveza del este africano. Evidentemente nos encontramos en plena época del protectorado británico, con lo que los orígenes de la Tusker recordaban a la típica cerveza inglesa.
Sus primeros pedidos fueron para servir a los acomodados clientes europeos del Stanley Hotels y pronto cosechó un nutrido grupo de forofos bebedores blancos que hacían negocio por esta parte del planeta. No obstante, la cerveza no quedó oficialmente bautizada con el nombre actual hasta 1929.
En este año, uno de los fundadores de la compañía, George Hurst, muere en un accidente de caza al ser arrollado por un elefante. En su memoria, Charles decide llamar a la cerveza ‘Tusker’, vocablo inglés que hace referencia a los colmillos del elefante adulto. En la actualidad, la empresa es 100% keniana.
Esta decana de las cervezas del continente africano resulta muy refrescante, en parte por una graduación alcohólica moderada, sólo un 4,2%, que se complementa a la perfección con una burbuja pizpireta y muy chispeante. Por supuesto es la reina de la sabana de Kenia y una bendición para dar esquinazo al intenso calor keniano.