¿Quién no ha escuchado sobre el Monte Vesubio y la catástrofe que causó hace siglos en la ciudad de Pompeya? Tal vez sea por esto que en la actualidad muchos turistas aventureros quieren ir a visitar este volcán que se encuentra en el Golfo de Nápoles, en el sur de Italia, y que está a sólo nueve kilómetros al oriente de la ciudad de Nápoles.
Al volcán se puede llegar desde Nápoles en un autobús que sale desde la Estación Central o desde Ercolano en taxi. Aunque el servicio de taxis es más irregular porque hay que esperar a que cada uno de los vehículos tenga el número máximo de pasajeros, muchos lo escogen porque en ellos se puede comprar el tiquete para entrar al complejo directamente y deja a los visitantes más cerca del cráter.
Ya estando en el Monte Vesubio, todos los visitantes deben ir preparados para ascender unos 500 metros, por lo que recomiendo llevar unos buenos zapatos que tengan suela adecuada para los caminos de tierra y piedras sueltas. También hay una compañía que ofrece tours en bicicletas de montaña que pueden tomar los visitantes para ver el sitio desde diferentes perspectivas.
En la actualidad este volcán está dormido, aunque en ocasiones sale un poco de lava de su cráter, habiendo sido la última explosión en el año de 1944. Cuando se llega a su cráter se puede tener una vista de su interior y en ocasiones de ahí sale humo, lo que hace que sea encantador y misterioso al mismo tiempo, y desde él se puede tener en días claros una excelente vista de la bahía y las ciudades de los alrededores.
También se aconseja ver en el camino de ascenso las piedras de lava, que van cambiando de color a medida que se va avanzando, así como las marcas que dejó en el camino la lava caliente que salió en la última explosión mientras bajaba del cráter. Igualmente los visitantes deben estar pendientes de todo lo que digan las autoridades locales, porque el volcán podría hacer explosión en cualquier momento, así como no salirse de los caminos marcados.
Fotografías de Alessio Milan, Troels Fiig, Hardo Müller, S J Pinkney.