Grecia tiene algunas islas que son muy turísticas por su encanto, por la simpleza de la vida que en ellas se vive y por la cultura que se mantiene viva. Una de ellas es la llamada Salamina, que está en el Golfo Sarónico en el Mar Egeo, y que es la de mayor tamaño en esta parte del país, estando a unos dos kilómetros de la ciudad de El Pireo, y a unos dieciséis hacia el occidente de Atenas.
La forma más fácil de llegar hasta esta isla es en ferry, ya que desde la parte continental de Grecia salen cada quince minutos. También hay algunos cruceros que salen desde el puerto de El Pireo y llegan al de esta isla en unos cuarenta minutos, dejando ver en el camino los espectaculares paisajes del mar azul y la tierra a lo lejos con sus casas de colores claros.
En la isla de Salamina hay varias poblaciones que se pueden visitar como son Paloukia, que está en la parte nororiental de ella, en donde se ven muchos barcos de pescadores y es muy tranquila; Batsi que está en el norte y que está en las laderas de una montaña, teniendo algunas cavernas de importancia arqueológica; y Psili Ammos, que tiene unas hermosas playas de arenas finas que le dan su nombre.
También recomiendo visitar la pequeña población de Aianteio, que es la más grande de la parte suroccidental de la isla y en donde se pueden visitar tanto la iglesia de San Juan que data del siglo décimo, siendo la más antigua; como el monasterio de San Nicolás que está en medio de un bosque. Si se quieren ver bosques de pinos y arbustos, se debe ir a Steno, que está en el noroccidente.
Y cuando lo que buscan los turistas es playa, aconsejo ir a Kaki Vigla, que está en el sur de la isla y que tiene unas muy limpias y de arenas blancas; así como Vasilika, que es una de las más grandes de toda esta parte del país y que tiene una ancha playa que tiene unas aguas perfectas para la natación.