Los Lagos de Kelimutu

Nos vamos hasta Indonesia, donde estos últimos días vuelven a ser difíciles para la población, debido al coraje impetuoso y tantas veces asesino de su naturaleza extrema. Ahora andan de nuevo preocupados y sacudidos por movimientos sísmicos que han superado los 8 grados en la Escala de Richter y una terrible alarma de tsunami que ayer mantuvo a la población en un inquieto estado de alerta.

Sin embargo, esa naturaleza extrema de Indonesia posee la otra cara, la de la belleza indómita y exclusiva de paisajes fascinantes sólo posibles en esta parte del planeta. Es el caso de los Lagos de Kelimuku, en Flores Island, un juego de colores inimitables que provocan un atractivo impacto en el viajero.

Las aguas de los tres lagos se encuentran contenidas por las paredes escarpadas del cráter del volcán Kelimuku. La montaña volcánica de la Isla de las Flores no está dormida ni muchísimo menos. De hecho hablamos de un volcán activo que entró en erupción, por última vez, en 1968 y que como todo el Anillo de Fuego del Pacífico resulta completamente imprevisible.

Bario, azufre, arsénico...

Pero precisamente por estas características, el agua de sus fenomenales lagos presenta esa coloración tan cambiante y especial, debida exclusivamente a la concentración de diferentes minerales y partículas en suspensión que, en concentraciones adecuadas, dan la prestancia a los embalses.

Ácidos, sales, óxidos… Bario, azufre, arsénico… Las combinaciones invitan al respeto de las lagunas: el Tiwu Ata Mbupu o Lago de los Ancianos, con sus aguas de un azul tan profundo que a ratos pareciera negro; el Tiwu Nua Muri Koo Fai o Lago de los Hombres y Mujeres Jóvenes, de un turquesa tan compacto que casi se puede cortar; y el Tiwu Ata Polo o Lago Encantado, de color suavemente rojizo.

Un espectáculo al amanecer.

Fotografías de Java Tourism, Rosino, Neils Photography, Tom Casadevall (U.S. Geological Survey).
Licencia Creative Commons y/o Public Domain
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