Café de Flore

París es uno de los lugares de Europa donde los mitómanos pueden encontrar siempre un lugar al que peregrinar. La capital de Francia ha sido, a lo largo de la historia, lugar de refugio, encuentro y desahogo para artistas, cantantes, escritores, políticos, filósofos, pintores…

Sin embargo, pocos lugares como el famoso Café de Flore resumen de una manera tan explícita la pasión por la tertulia, los pensamientos cotidianos y las ganas de cambiar el mundo que desde sus mesas, grandes hombres y mujeres, entre café y café, ejercieron en distintas épocas.

Café de Flore

La famosa brasserie del Boulevar Saint-Germain, lleva en pie desde tiempos de la Tercera República, cuando fue fundado en 1887. Al principio sus clientes fueron de extrema derecha, ya que sobre el Café de Flore también se encontraba la sede de un periódico seguidor de esta línea política.

Sin embargo, quienes consiguieron que la brasserie parisina acabase siendo conocida en el mundo entero poco tuvieron que ver con ese radicalismo de derechas. Apollinaire, André Breton, Max Jacob, Picasso, Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, Hemingway, Truman Capote o Marguerite Duras son solo algunos de los nombres más cultos que pasaron por allí y que hicieron del Floré su lugar favorito.

Hoy es una visita casi obligada para quienes pasan por la capital parisina y, aunque continúan celebrándose actos culturales en su interior, el Café de Flore vive de la fama de su pasado.

Fotografías de sergeymk, TracyElaine, Sirsnapsalot, Marwa A., scorbette37.
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