Las Cataratas del Niágara es el nombre con el que se conocen las tres cataratas que están en la frontera entre la provincia de Ontario, en Canadá, y el estado de Nueva York, en Estados Unidos, siendo uno de los lugares más reconocidos de todo el mundo. En la parte estadounidense existe toda una ciudad y un parque estatal que cubre esta maravilla natural, y que tiene varios puntos que te recomiendo visitar.
Uno de estos sitios es el conocido como la Cueva de los Vientos o Cave of the Winds, que saca su nombre de una cueva natural que estaba detrás de la sección del Velo de Novia de las cataratas. Este sitio tenía unos cuarenta metros de alto, treinta de ancho y nueve de profundidad, que fue destino turístico hasta finales de los años 20s, cuando tuvo que cerrar debido a una caída de rocas que ponía en peligro a los turistas, tras de lo cual fue dinamitada.
Sin embargo, hoy en las Cataratas del Niágara puedes encontrar una atracción turística con el mismo nombre y en el mismo sitio, ofreciéndote un acceso único a la caída de agua. Este recorrido solo es recomendado si eres una persona aventurera, que no tiene mucho miedo ni a los sonidos fuertes ni a las alturas, y a la que no le importa mojarse un poco.
Esta atracción comienza cuando llegas a la Gruta Niágara, en el parque estatal de las cataratas, en donde tomas un ascensor que te baja cincuenta metros hasta una plataforma que está hecha simplemente de madera y ajustada a la roca. Para recorrer este largo camino debes ponerte uno de los ponchos de plástico que te dan y unas sandalias especiales para que no te resbales y puedas disfrutar completamente de la experiencia.
Estas pasarelas de madera, que reciben el nombre de la Plataforma Huracán, están a solo seis metros de la caída Velo de Novia por lo que puedes sentir el sonido del agua y acabar totalmente mojado, aunque también puedes ver arcoíris durante casi todo el día. Estas plataformas se retiran el mes de noviembre hasta la siguiente primavera porque el invierno local hace que estos recorridos sean peligrosos, pero cuando cambia el tiempo, expertos trabajadores lo reconstruyen todo para recibir más turistas.
Fotografías de David Berkowitz, bobistraveling, elainne_dickinson.