Emprendemos un viaje hacia la Edad Media, a través de uno de los museos al aire libre más apasionantes de Europa, la antigua ciudad de Ragusa. No les confunda el nombre, porque hablamos de la actual villa costera de Dalmacia, a orillas del mar Adriático y una de las joyas de Croacia.
La Perla del Adriático, como es conocida una de las urbes más famosas de la Europa Central conserva intactos los paños de muralla que la rodean y protegen desde el siglo XII y que consiguieron alzarse con el podium de las fortificaciones medievales, porque durante ese período históricos jamás fue abatida por un enemigo.
Desde 1979, la antigua ciudad de Dubrovnik es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, rodeada por dos kilómetros de histórica empalizada que llega a alcanzar una altura de casi 25 metros y que tiene a la Torre Minčeta como punto más sobresaliente de la construcción, por lo que ofrece unas panorámicas inigualabres de la ciudad y es uno de los lugares más visitados por los turistas que buscan, sin duda, la mejor fotografía de la Atenas Eslava, que es el otro nombre con el que se favorece a Dubrovnik: Mar, tejados y una luz incomparable para el álbum de los recuerdos.
Las Murallas de Dubrovnik han conseguido resistir al paso del tiempo, a desastres naturales y a numerosas contiendas gracias a la labor de los propios habitantes de la ciudad que, a lo largo de la historia han sabido cuidar, restaurar y reforzar la edificación en todo momento.