Carnaval, playas, montañas, chicos guapos, mujeres atractivas, el Cristo Redentor, etc., son palabras que podemos usar para referirnos a Río de Janeiro, y sin duda los motivos son suficientes para querer ir a visitar esta grandiosa ciudad. Aunque unos pocos días no alcanzan para disfrutar de todo lo que hay que ver en esta población del suroccidente de Brasil, hay algunos lugares que no puedes dejar de ver.
Uno de los sitios de esta ciudad, que además de todo es reconocida últimamente como una de las sedes de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA, que vale la pena conocer es el famoso Morro de Pan de Azúcar o Pão de Açúcar. Este lugar es una formación rocosa que está en el barrio de Urca, en la entrada de la Bahía de Guanabara, entre los morros de Urca y Cara de Cão.
Esta reconocida roca que está en el Océano Atlántico fue formada hace más de seiscientos millones de años, producto de un choque entre los continentes americano y africano, y la forma que puedes ver en la actualidad se debe a la erosión que ha causado el agua y el viento. Una buena cantidad de turistas te dirá que desde esta roca se tienen las mejores vistas de Río de Janeiro, en especial en el atardecer.
Al Morro de Pan de Azúcar se puede llegar en teleférico, que empezó a funcionar en el año de 1912, y desde que fue abierto al público como atractivo, hasta la cima han llegado ya alrededor de cuarenta millones de personas. Este recorrido se parte en dos etapas, una que va desde Praia Vermelha hasta el Morro de Urca, y la segunda que llega hasta la cima de Pan de Azúcar.
Recientemente, a los coches del teleférico se les puso aire acondicionado y unos vidrios especiales que permiten una mejor visión de los alrededores, para que disfrutes al máximo de este recorrido. Te recomiendo hacer esta visita en un día que no esté nublado para que puedas tener una visibilidad más lejana, y estar allí hasta cuando se oculte el sol, que es en sí mismo un espectáculo que no olvidarás.
Fotografías de Halley Pacheco de Oliveira, markg6, Wutzofant., edwardotis.