Nueva Zelanda. Australia. ¿Polinesia, tal vez? ¿Hawai?… Te Pito Te Henua: El Ombligo del Mundo. Es el nombre de la Isla de Pascua, el microuniverso volcánico que flota en mitad del Pacífico Sur, a medio camino entre el mundo y la nada o a mitad del recorrido hacia cualquier parte. Administrativamente pertenece a Chile, pero sacada del contexto latinoamericano, el viajero asombrado no sabría muy bien dónde ubicarla.

Esta semana ha vuelto a ser noticia, porque un equipo de científicos, investigadores, arqueólogos… han desenterrado el cuerpo de una de las cabezas que aparecen diseminadas por la ladera. La cabeza de esos moais también tienen un cuerpo descomunal. Es un descubrimiento prodigioso, que algunos no han dudado en calificar de los más importantes en lo que va de siglo XXI.

Podría no ser exagerado, la espalda de estos inmensos colosos de piedra suele estar ‘tatuada’ con importantes inscripciones que van a aportar novedosos y relevantes datos a la cultura Rapa Nui. En este trozo de tierra aislado del mundo, por alguna razón se levantó una de las culturas más inquietantes y arcanas de la historia. Al antojo de tres volcanes submarinos, los enigmas se suceden, concediendo prestancia a una civilización más próxima a la fantasía cinematográfica de Stanley Kubrick o Ridley Scott.

Pero es cierto. Los moais están aquí, son reales y podemos acercarnos a ellos. Tal vez el viaje a la Isla de Pascua sea uno de los más emocionantes que ofrezca la historia de nuestro planeta, gracias al legado aborígen de los antiguos polinesios ‘chilenos’.

Fotografías de carlalove, MattJP, Carolynscorpio, Magical-World.
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