Hasta no hace mucho tiempo, este pequeño edén del paraíso tailandés, apenas si era visitado por algún que otro apasionado del submarinismo y por algunos veleros deseosos de encontrar lugares solitarios y vírgenes. Sin embargo, el presente de las Islas Phi Phi ha cambiado notablemente en los últimos años y, en parte, se debe a las localizaciones que ha prestado a un buen número de películas.
Por aquí han pasado los piratas que acompañaban a Geena Davis en La Isla de las Cabezas Cortadas; ha sido el fantástico y luego perverso destino de Leonardo DiCaprio, en aquella cinta llamada ‘La Playa’; se han rodado algunas localizaciones para James Bond… La relación de estas dos pequeñas islas del Mar de Andamán con el mundo del celuloide ha transformado el lugar en un destino turístico por excelencia.
No podía ser de otra manera, Don y Leh, que así se llaman las dos islas que están habitadas causaron sensación a quienes tuvimos el placer de admirar sus aguas, su vegetación, sus deliciosas playas a través de la gran pantalla. Existen otra dos islitas, Mosquito Island, con un perfil tan accidentado que resulta impracticable; y Bamboo Island, donde solo existe un pequeño restaurante y un baño.
Hasta que llegaron los operadores de cámaras y el personal de Hollywood, las arenas blancas eran el único lugar en el que se podía dormir, mirando las estrellas. Hoy existen bungalows e instalaciones hoteleras que prometen una estancia maravillosa a todos aquellos afortunados que viajen a esta zona de Tailandia.