Yelokhovo solía ser una pequeña villa en las cercanías de Moscú, capital de Rusia, que con el paso de los años se fue acercando hasta que en la actualidad es parte de ella. Allí existía una iglesia que fue hecha a principios del siglo dieciocho y que fue el lugar de bautismo de Alexander Pushkin, quien es considerado por muchos como el mejor poeta ruso.
Al poco tiempo del bautizo de este importante personaje, la iglesia fue destruida para hacer otra, que fue construida a mediados del siglo diecinueve, entre los años 1837 y 1845. Esta es la conocida como la Catedral de la Epifanía de Yelokhovo y que es una de las más visitadas por los turistas porque tiene un estilo muy típico de las construcciones rusas de la época.
Este templo fue diseñado y construido por Yefrgraph Dmitrievich Tyurin, un arquitecto y coleccionista de arte ruso que también estuvo encargado de otras edificaciones como la Catedral Elokhovo, la Universidad Estatal de Moscú, y la catedral principal de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Allí se encuentra la sede principal de la diócesis de Moscú y es la Catedral del Patriarcado de la capital rusa.
La Catedral de la Epifanía de Yelokhovo tiene un estilo neoclásico que mezcla elementos del estilo Imperial tardío con aquellos de otras iglesias del resto del continente europeo de principios de siglo diecinueve. En su interior es posible ver una decoración que es en algunas partes sobrecargada y que es producto de las restauraciones que se hicieron en ella a principios del siglo veinte.
Esta iglesia se conserva en un excelente estado, habiendo sobrevivido incluso las épocas de la Unión Soviética, y hasta tiene un sistema de calefacción y aire acondicionado que funciona con agua subterránea que se bombea desde 250 metros de profundidad. El altar principal está consagrado a la Epifanía y al bautismo de Jesús, y sus dos capillas laterales a San Nicolás y a la Anunciación.