Las costas de Portugal tienen decenas de lugares que los visitantes no se pueden perder por la belleza natural que tienen, que se mezcla con el legado arquitectónico. Uno de estos sitios es São Martinho do Porto, que es una pequeña población que está en el concejo de Alcobaça, en la región del centro del país, que está ubicada en una bahía el mismo nombre que tiene a ambos de sus lados unas hermosas colinas.
Esta villa de pescadores se encuentra a unos cien kilómetros hacia el norte de Lisboa y tiene una línea de playas sobre su bahía que es uno de sus mayores atractivos. La población, a la que se puede llegar en un poco más de una hora desde la capital portuguesa, tiene un buen clima durante todo el año, por lo que en los meses de invierno también tiene muchos turistas, incluyendo muchos del norte de Europa como holandeses, alemanes o suecos, que no aguantan el calor local durante el verano.
La ciudad de São Martinho do Porto, que durante el invierno tiene una población de unos 5.000 y en el verano de diez veces más, está dividida en dos secciones; la baja que está en los alrededores de las costas norte y oriental de la bahía, y que es en donde están la mayoría de hoteles, restaurantes, bares y facilidades para los turistas, ya que esta es la parte más visitada por los que llegan tanto de otras partes del país como del mundo.
Y la otra parte es la que está hacia las colinas y desde donde se ve toda la bahía, y que es en donde están la mayor parte de los habitantes permanentes de la ciudad, así como los que llevan veraneando allí toda su vida. Estas dos partes están unidas por calles empinadas que son conocidas como “ladeiras” y por ellas están la mayor parte de los monumentos locales como lo son algunas de sus iglesias.
Y claro, los visitantes no pueden irse sin haber disfrutado de las playas locales, del paseo marítimo con sus bares y restaurantes donde se pueden probar las delicias locales, así como sin visitar los sitios culturales y naturales tanto de la ciudad como de sus alrededores, incluyendo los bosques de pino que allí existen.
Fotografías de Joaquim Alves Gaspar, Rei-artur, rucativava, Rui Ornelas.