‘La Cuna de Portugal’, así es considerada la ciudad de Guimarães, que durante este año es la Capital Europea de la Cultura. Cargada de historia, esta suculenta villa medieval, fue la primera capital del país luso y hoy, como no podía ser de otra manera, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Sus 70 barrios, esas freguesías portuguesas, albergan poco más de 150.000 almas que se sienten orgullo de haber sabido combinar la espectacularidad de su glorioso pasado, la riqueza arquitectónica de sus calles y plazas, los vestigios medievales, barrocos y renacentistas, con un presente moderno y tranquilo que forman parte de las señas de identidad de la nueva Guimarães.
A la Plaza Mayor, a los museos plagados de referencias sobre los conquistadores portugueses, a sus numerosas iglesias y al Pazo de los Duques de Bragança, hemos de añadir este año un buen número de actividades, que llegan de la mano de la capitalidad cultural y que nos proponen una apretada agenda que invita pasear por una de las grandes desconocidas de Portugal.
Conciertos, espectáculos, teatro, danza, marionetas, conferencias, cine, exposiciones, rutas alternativas… La ciudad explota en un cúmulo de ofertas culturales que se multiplican, además, en la época estival y para los que podemos adquirir las localidades a través de internet. Desde el Fado a la música de las Sinfónicas, del arte popular a los homenajes a la arquitectura más notable, desde el teatro de aficionados a las grandes compañías internacionales, Guimarães 2012 intenta sentar las bases de un proyecto cultural de una Europa unificada.
Una propuesta imprescindible para la agenda cultural veraniega y la mejor época para conocer el lugar en el que se alumbró la nación portuguesa.
