El río Côa es un tributario del famoso Duero y se extiende por el centro y el nororiente de Portugal, pasando por la municipalidad de Vila Nova de Foz Côa, en donde puedes encontrar muestras de un pasado lejano que seguramente te interesarán. En las cercanías de esta población están los famosos sitios de arte prehistórico del Valle del Côa, que son de los más reconocidos del país.
Este lugar fue descubierto a finales de los años ochentas y en la actualidad puedes ver miles de grabados que muestran animales como caballos y bovinos, así como otras figuras abstractas y humanas. Se estima que este arte fue hecho entre los años 22.000 y 10.000 a.C. y la forma más fácil de llegar hasta allí es a través de la autovía EN102 o la EN222.
Los sitios de arte rupestre del valle del Côa pertenecen a las municipalidades de Vila Nova de Foz Côa, Figueira de Castelo Rodrigo, Pinhle y Mêda, en el norte de Portugal. Este lugar está compuesto por 23 de estos sitios que están a lo largo de los últimos 17 kilómetros del río Côa, en donde el paisaje de viñedos y árboles de olivo y almendro, cambian por un relieve de rocas de granito.
El arte que tienes la oportunidad de ver en estos sitios está hecho mediante tallados, golpes o incisiones, mezclando todas las técnicas, pero casi nunca pintados; y tiene un tamaño que va desde los 15 centímetros hasta los 180, formando composiciones. En ellos puedes ver escenas de humanos y otras de animales, algunos que son fácilmente reconocibles, mientras que otros no.
Los tres sitios principales de todo este lugar, que son Penascosa, Ribeira de Piscos y Canada do Inferno, se pueden visitar junto a guías expertos y en automóviles que transportan hasta ocho personas. También es posible que visites Penascosa en horas de la noche, en un recorrido que tiene una mayor magia y en el que se pueden ver mejor los relieves y las sombras mediante luz artificial.
Fotografías de Bernt Rostad, Duca696.