Las Azores están compuestas por nueve islas de origen volcánico que se encuentran en el Océano Atlántico, en el oriente de Portugal, y que son un destino muy apetecido por los turistas internacionales. Entre ellas te recomiendo visitar la más pequeña, que es la isla de Corvo, que está en el grupo occidental, justo al norte de la famosa Isla de Flores.
La forma más fácil de llegar hasta este sitio es en avión desde lugares como Flores, Horta y otros sitios de las Azores, que aterrizan unas tres veces a la semana, mientras que si quieres llegan en embarcación lo puedes hacer también desde Flores, en viajes que salen unas dos veces a la semana en invierno y diariamente en verano, y en un viaje que toma unos 45 minutos.
La isla de Corvo, además de ser la de menor tamaño de las de archipiélago, también es la que está más aislada, aunque eso es parte de su encanto. Allí viven unos 1000 habitantes, de los cuales unos cuatrocientos viven de la ganadería, del cultivo de la vid y de la producción de vino. Ha sido históricamente tanto el aislamiento de esta isla, que sólo hasta 1973 tuvo electricidad y su primer teléfono, haciéndose previamente la comunicación por señales de radio y de humo.
Ya estando allí puedes tomar un taxi que te lleve a los sitios más interesantes para visitar, así como alquilar un vehículo. Entre los mayores atractivos, te recomiendo visitar Caldeirão, que es una laguna que está en el cráter de un volcán extinto, y los viñedos locales, en donde además de ver los cultivos, puedes aprender sobre el proceso de preparación de los vinos locales.
También te aconsejo pasea por las calles de su pequeña ciudad Vila do Corvo, para ver su patrimonio arquitectónico histórico entre el que se destaca la Iglesia de Nuestra Señora de los Milagros, que data del siglo dieciocho y que tiene un interior ricamente decorado. También puedes ir al Mirador de Pan de Azúcar en donde tienes unas vistas espectaculares de la isla y sus alrededores.
Fotografías de Dreizung, Luissilveira.