La parte más rural y las pequeñas ciudades de Noruega son todo un regalo para los turistas que quieren estar en sitios muy pintorescos y rodeados de una naturaleza que quita el aliento. Aunque este país no es muy grande tiene varios rincones que vale la pena visitar si eres uno de esos turistas y hoy te voy a recomendar el llamado Drøbak.
Esta pequeña ciudad está en el condado de Akershus, en el suroriente del país, y que es el segundo en tamaño después de Oslo. La población es la más importante de la municipalidad de Frogn, y tiene una fantástica ubicación en el Fiordo de Oslo, con pintorescas casas de madera y embarcaciones que harán que te quieras quedar un par de días más allí.
La forma más fácil de llegar hasta Drøbak es en autobús desde Oslo, ya sea en los expresos que toman solo 50 minutos o en los corrientes que te llevan en aproximadamente una hora. También puedes llegar desde la capital noruega en ferry y si quieres un viaje diferente hasta puedes ir en tu propio barco, ya que allí hay un muelle para invitados en los que pagas por día de estadía.
Si vas en el verano, puedes disfrutar de las numerosas playas locales que tienen tipos para todos los gustos; desde las que son más llenas, pero muy cerca al centro, hasta las que están cerca a galerías de arte como la Torkilstranda, pasando por las familiares y las que son más tranquilas, aunque un poco más alejadas.
Y durante todo el año, pero más atractiva en las épocas navideñas, no te puedes perder la casa de Santa Claus, que según las leyendas escogió él mismo al haber nacido muy cerca de la ciudad. La Casa de Navidad o Julehuset está al lado del Ayuntamiento y entrar en ella es hacerlo en un cuento de hadas, desde donde puedes incluso enviar postales con la firma de Santa Claus para tus amigos y familiares.
Fotografías de Frogn kommune, www.visitfollo.no.