Sicilia es una isla que es muy atractiva y que se encuentra en la parte sur de Italia, siendo uno de los destinos más visitados por su clima y por las joyas arquitectónicas que se pueden ver en ella, entre las que se destacan sus históricos templos griegos. Si lo que se quiere es ver uno de ellos, recomiendo ir a Segesta, que está en la parte más noroccidental de la isla.
Este lugar, que está cerca de la población moderna de Calatafimi-Segesta, es un antiguo asentamiento grecorromano, y la forma más sencilla de llegar hasta él es por la autovía A29 en automóvil desde la ciudad de Palermo. Ya estando allí, se entra por un camino empinado por el que se accede caminando hasta el templo principal, y desde el anfiteatro se puede tomar un autobús hasta la parte más alta de todo este sitio.
Segesta era la población principal del pueblo de los élimos, una de las tribus indígenas que solían habitar Sicilia, aunque las tradiciones populares dicen que fue fundada por personas que escaparon de Troya. La historia de esta ciudad data de años tan lejanos como el 580 a.C., y muchas de las ruinas que aún se pueden ver en ella datan de ese periodo.
La mayor parte de estas ruinas están ubicadas sobre el Monte Bárbaro, a 305 metros sobre el nivel del mar, por lo que desde allí se tienen unas excelentes vistas de los alrededores. Uno de los lugares principales para visitar allí es el Templo, que es de estilo dórico, y del cual se pueden ver sus espectaculares columnas que llegan hasta los 56 metros de altura.
También aconsejo ir hasta el anfiteatro, que está en una de las partes más altas de la colina, y que fue construido por los griegos, conocido por los romanos y vuelto a descubrir en el siglo diecinueve. Si se va a este sitio en los meses de verano, aconsejo ver una de las obras de teatro clásico que allí se presentan.
Fotografías de Verity Cridland, Andrea, Federico Badalassi, b.roveran.