La Abadía de Casamari está en la provincia de Frosinone, en la región de Lazio, en el centro de Italia, que es considerado uno de los mejores ejemplos arquitectónicos para visitar cuando estás en Roma. Este lugar es una abadía Cisterciense, que está a sólo diez kilómetros hacia el suroriente de la ciudad de Veroli, hasta donde puedes llegar fácilmente desde la capital italiana.
La abadía está nombrada en honor a Cayo Mario, quien fue apodado como el “tercer fundador de Roma” gracias a sus victorias militares, y quien fue cónsul en siete ocasiones, algo que fue único en la historia de la capital italiana. Con anterioridad, en este mismo lugar estuvo un monasterio benedictino, y al final fue reconstruido por la orden del Císter en el siglo decimotercero.
Por la historia de la Abadía de Casamari han pasado muchos sucesos como el asedio del siglo decimoquinto, la clausura por parte de Napoleón a principios del diecinueve, y hasta represión de finales del mismo siglo, pero se pudo mantener en una buena forma para que en la actualidad lo podamos admirar. Durante la década de los cincuentas, sin embargo, fue renovado para que no se siguiera deteriorando.
En la actualidad, este sigue siendo un monasterio Cisterciense en donde aún viven unos veinte monjes, pero es posible hacerle una visita para ver su encanto histórico. Desde el exterior puedes ver como la abadía está hecha de una forma muy austera, reflejando los principios de la orden para evitar las distracciones y para no ostentar.
A pesar de esto, toda la construcción tiene una gran belleza arquitectónica, con pequeños vitrales, columnas delgadas y sutiles, techos que tienen bóvedas, y un encantador claustro que está en el patio interior. Allí hay un pequeño museo con la historia del lugar y hasta es posible alojarse, pero si vas de paso, tal vez estés de suerte y puedas escuchar los cantos gregorianos de los monjes.
Fotografías de StefanoRomeTours, roswell_1947, paolofefe.