La ciudad de Roma, capital de Italia, es reconocida además de por su cultura y su arquitectura, por la cantidad de iglesias antiguas que tiene, muchas de las cuales son excelentes atractivos turísticos. En este post recomiendo la iglesia de Santa Costanza, en especial para los amantes de la arquitectura antigua y de los detalles decorativos religiosos, porque los que tiene son maravillosos.
Esta iglesia fue construida en el siglo cuarto, en la llamada Via Nomentana que todavía mantiene su nombre antiguo. Se dice que este sitio fue primero un mausoleo que mandó a hacer el Emperador Constantino I para enterrar a su hija Constantina, quien murió en el año 354 d.C., y en donde también se enterró su otra hija Helena; y que después fue convertido en una iglesia dedicada que fue dedicada a la santa.
La iglesia de Santa Costanza es considerada como una de las más hermosas de las más antiguas de la ciudad y en ella recomiendo ver primero su parte exterior que es una edificación redonda de ladrillo que es bastante particular. En su parte interior los visitantes se encuentran con un altar que está debajo de un domo central y que está rodeado por 12 pares de columnas Romanas, teniendo en la antigüedad paredes de mármol.
Y una de las partes principales y más llamativas para los que van hasta esta iglesia son los mosaicos cristianos del siglo cuarto que son unos de los más antiguos de todo el mundo. Aunque los mosaicos del domo principal fueron destruidos y reemplazados, en otras partes del techo si se mantienen los originales que son una mezcla de simbolismo pagano y cristiano que es considerado como un excelente ejemplo de la iconografía de esta religión en los primeros años del Imperio Romano.
Fotografías de sjdunphy, seier+seier.