Jóvenes guerreros

Para los masáis, un pueblo orgulloso y bien parecido, el aspecto físico es muy importante. Dependiendo del status que cada uno ocupe en el grupo, los aspectos estéticos toman uno u otro camino. Sin embargo pocos serán quienes no evoquen la imagen de esos hombres altos y saltarines, con sus ropajes de un rojo vivo, sus lanzas y los tocados trenzados de sus cabezas. Es la imagen del guerrero, los más guapos de la sabana africana.

Desde pequeños van adquiriendo el hábito del cuidado corporal. En algunas tribus, el color rojizo de su piel y cabellos, pone de manifiesto el empeño que ponen en mantenerse aseados y lejos de los insectos, cubriendo su piel del barro arcilloso de la tierra de África. El agua es un bien escaso y la higiene debe ser practicada de otra manera.

Adornos de cuentas de colores

En otros grupos, hombres y mujeres rasuran sus cabezas y se decoran con vistosas cuentas blancas y de colores. Sin embargo, tanto en las tribus de Kenya como las de Tanzania, los masáis acostumbran a llevar, igual hombres que mujeres, vistosas dilataciones de los lóbulos de las orejas. A veces pueden alcanzar hasta los diez centímetros y ofrecer el diámetro de una moneda. Adornan sus dilataciones con trozos de madera y cuentas coloridas.

En épocas de guerra, aunque resulta ser un pueblo profundamente ganadero (de hecho creen que todo el ganado de la tierra es de ellos), los hombres adornan sus rostros con símbolos y dibujos de pintura blanca.

Fotografías de exfordy, David Berkowitz, The Dilly Lama, kevinzim.
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