La Abadía de Císter, que se llama originalmente la Abbaye de Cîteaux, es una edificación católica romana que se encuentra en la comuna de Saint-Nicolas-lès-Cîteaux, en el oriente de Francia. Este sitio fue inicialmente un sitio para monjes de la orden benedictina, y en la actualidad pertenece a los trapenses o la Orden de la Trapa.
Este lugar fue fundado a finales del siglo decimoprimero, en el año de 1098, por un grupo de monjes que seguían al pie de la letra las reglas de San Benedicto, y fue de este sitio y de estos monjes que se creó la Orden del Císter, de donde después salió la ramificación de los trapenses. Durante el siglo decimotercero, este sitio tuvo tanta importancia como centro del cristianismo, que el Rey Luis IX de Francia y su madre lo visitaron.
La orden creada en la Abadía del Císter creció a niveles que alcanzaron a tener quinientas abadías diferentes en diversas partes del continente, y ésta en particular llegó hasta los doscientos miembros, en el siglo dieciséis. Pero a finales del diecisiete, empezó a declinar su popularidad, hasta que fue vendida en el dieciocho durante la revolución francesa, pero volvió a manos de la orden en el diecinueve.
Durante el último siglo, los monjes que llegaron desde otras abadías reconstruyeron este sitio, que fue casi destruido durante los siglos de su decadencia, y en la actualidad es una hermosa edificación que está sumergida en un paisaje natural idílico. Estando allí los visitantes pueden ver la edificación por fuera, con la naturaleza de sus alrededores.
También se recomienda visitar la capilla local, que tiene unos arcos y unas bóvedas que mezclan colores claros, además de una tranquilidad única. Y en la actualidad, los 35 miembros de la orden de la Trapa, siguen las tradiciones del trabajo manual y allí venden varios productos hechos por ellos, como quesos, caramelos y dulces hechos de miel.