Grenoble es una ciudad que te recomiendo ir a visitar en el suroriente de Francia, en las laderas de los Alpes franceses, y justo en el sitio en donde los ríos Isère y Drac se unen. La población está en la región de Rhône-Alpes, en el departamento de Isère, y debido a su importancia histórica y a su tamaño ha llegado a ser reconocida como la “Capital de los Alpes“.
En esta población hay varias cosas que vale la pena ver, tanto en cuanto a naturaleza como de historia, y hoy te recomendaré la fortaleza llamada La Bastilla. Este fuerte está a lo largo de la montaña que domina a la ciudad y tiene su punto más alto a los 476 metros de altura sobre el nivel del mar, en la parte más al sur de la cadena montañosa de Chartreuse.
La Bastilla de Grenoble fue construida como una estructura militar durante el siglo diecinueve, entre los años 1823 y 1848, y la parte más alta de su edificación está a unos trescientos metros de altura. Este sitio ha sido declarado como uno de los Monumentos Históricos de importancia de Francia, y hasta el día de hoy se mantiene en un buen estado de conservación.
La fortaleza recibe todos los años alrededor de 600.000 turistas cada año, muchos de los cuales suben a pie por algunos de los senderos señalizados para ello, para disfrutar de las vistas desde cada altura. Otros visitantes ascienden en automóvil por la agosta carretera que va hacia La Tronche, y la mayoría ascienden en teleférico desde el centro de la ciudad.
Este teleférico fue el primero en todo el mundo en estar dentro de la ciudad, antes que el de Río de Janeiro y de Ciudad del Cabo, y en la actualidad está conformado por unos carros que son llamados “burbujas” que te subirán en cuestión de segundos. Si vas en un día que no esté nublado tendrás unas vistas espectaculares de la ciudad, de los alrededores, y si estás de suerte hasta del famoso Mont Blanc.
Fotografías de Simdaperce, Milky, Matthieu Riegler.