En estos meses de verano el sol y las playas son algunos de los destinos más buscados por los turistas, pero no siempre tienen que estar en el mar. A orillas del Lago Michigan, en el norte de Estados Unidos, se puede encontrar el área protegida de Sleeping Bear Dunes National Lakeshore, que tiene unos colores, facilidades y playas que no tienen mucho que envidiarle a aquellas que están en las orillas del mar.
Estas orillas del lago tienen unas hermosas dunas de arena y un mar de color azul profundo que forman unos paisajes que quitan el aliento. Una de las formas más fáciles de llegar hasta esta zona protegida es haciéndolo hasta el aeropuerto Cherry Capital de Traverse City hasta el que van vuelos desde Detroit y Chicago, y desde allí tomar un autobús o alquilar un automóvil.
Sleeping Bear Dunes National Lakeshore consiste en una extensión de sesenta kilómetros a las orillas del lago, que tiene unas dunas de arena inmensas que alcanzan a llegar hasta los 140 metros de altura que son diariamente esculpidas por los elementos naturales como el agua y el viento. Este parque fue establecido debido a sus impresionantes características naturales como son sus playas, sus bosques, sus dunas y las huellas que dejaron allí los glaciares.
En cuanto a flora, en este parque se pueden ver pastizales entre las dunas que son los que las mantienen en su forma, y más hacia adentro se pueden encontrar bosques de pinos, de cedros y de arces que tienen a su alrededor arbustos y otras especies como la cicuta. Este parque es bueno para los observadores de aves porque se pueden ver gansos, patos y cigüeñas, entre algunas otras.
Y en los bosques se pueden ver algunos animales como ardillas, murciélagos y nutrias, entre muchos otros. Allí recomiendo escalar algunas de las dunas, ir a hacer senderismo en los más de noventa kilómetros de caminos que hay para ello, recorrer partes a caballo, visitas guiadas, fogatas en el verano y caminatas con zapatos para nieve en el invierno.
Fotografías de I am Fry, anneh632, snorp, jsorbieus, krossbow.