Se acaba de inaugurar un nuevo tramo de este proyecto que fue aprobado en el año 2004 y que intentaba dotar a Manhattan de un nuevo cinturón verde. Se trata del High Line Park, un parque elevado construido sobre las vías de la antigua línea de ferrocarril del West Side de la famosa isla de la Gran Manzana.
Todos recordaremos cientos de imágenes, sobre todo de los películas de los años 40 y 50, que nos mostraban ese tren ruidoso que circulaba por andenes “aéreos” y que pasaba tan cerca de los edificios que hacían vibrar las paredes de los apartamentos de esta zona neoyorkina.
La línea de ferrocarriles echó el cierre en 1980 y durante esa década se habló de demolición en numerosas ocasiones, hasta que un grupo de vecinos de la zona decidió asociarse para reclamar que el carril ferroviario se convirtiera en una vía verde.
El primer tramo del proyecto fue inaugurado en el año 2009 y Manhattan aprovechaba la inauguración como otro de sus muchos reclamos turísticos, especialmente por las vistas que se obtienen desde algunos puntos del High Line, con la Bahía del Hudson (frente al que circula en paralelo), la Estatua de la Libertad o el Empire State.
Se ha creado la Unión de Amigos del High Line, encargada de organizar todo tipo de actividades en las nuevas instalaciones: danza, teatro de calle, arte digital, fotografía, pintura, conciertos… El espacio urbano al servicio de la población, que ya ha bautizado la zona como “la alfombra voladora” y lo considera como una especie de nuevo Central Park del lado oeste de Manhattan.