Los tranvías de Nueva Orleans han sido desde la primera parte del siglo diecinueve una parte muy importante del sistema de transporte de esta ciudad de Estados Unidos, además de convertirse en uno de sus símbolos. Uno de los tranvías locales más emblemáticos es el de St. Charles, que como su nombre lo indica va por la avenida St. Charles y se detiene en lugares cercanos a varias atracciones locales.
En la actualidad hay tres líneas de tranvía en Nueva Orleans que son el que va por el Paseo del Río o el Riverfront, el Canal y este, que es además es que se conserva de la forma más auténtica. Esta línea del tranvía empezó a operar en el año de 1835 y por allí han pasado desde coches que funcionaban a vapor hasta otros que eran halados por caballos para llegar a los actuales que son eléctricos y que fueron puestos en funcionamiento en el año de 1893.
Los coches que funcionan en la actualidad en el tranvía de St. Charles están registrados como Sitios Históricos Nacionales por lo que deben ser preservados tal y como eran originalmente. Con sólo verlos se puede apreciar su belleza teniendo detalles como bancos brillantes de caoba y barras de bronce para que los pasajeros se sostengan, lo único que no tiene es aire acondicionado por lo que en los días calurosos se deben abrir las ventanas para que entre el viento de la calle.
Ir del inicio al fin de esta línea tarda unos cuarenta minutos por los que los visitantes pasan por una de las calles más hermosas de la ciudad, que tiene a ambos de sus lados mansiones antiguas y grandiosos árboles de cedro. Entre los atractivos que se pueden ver desde este tranvía se encuentran la Plazoleta Lafayette, el distrito de los Jardines, los campus universitarios de Tulane y Loyala y el Zoológico de Audubon, entre muchos otros.
Fotografías de vxla, Infrogmation, Derek Bridges, Tulane Public Relations, waitscm.