Es la mayor concentración motera del mundo durante el invierno. Se celebra cada año, durante la segunda semana del mes de enero y en la edición de 2014, llevada a cabo en Puente Duero (Valladolid), se han batido todos los récords de asistencia de ediciones anteriores, con la inscripción de más de 30.000 participantes.
Llegan de todas partes del mundo, dispuestos a soportar temperaturas de aupa que, en ocasiones, congelaría a los mismísimos pingüinos de los que toman su nombre. Este año ha sido frío, pero no tanto como en concentraciones anteriores. De todos modos, se hace necesario comer y beber bien, para aguantar esas inclemencias meteorológicas, mientras conviven acampados en el pinar de Puente Duero.
Precisamente ese ha sido un escollo que se ha superado con la victoria judicial de Ecologistas en Acción, que solicitaban que no se celebrase el evento sobre un área natural protegida. Por ello, este ha sido la última reunión en Puenteduero, aunque al parecer el próximo año, los pingüinos sobre ruedas volverán a reunirse en otro pinar de Valladolid.
Uno de los momentos más emotivos de la concentración internacional motera, que en esta ocasión ha celebrado su edición número 33, es el desfile nocturno de antorchas, en el que los participantes portan antorchas encendidas en homenaje a los motoristas fallecidos durante el año anterior. Una antorcha por cada uno.
