Visitar San Sebastián resulta, en cualquier época del año, una experiencia única e inolvidable. Pero con la llegada de la estación estival, sobran las razones para hacer al menos una escapada a la ciudad Donostiarra: La programación del Kursaal, que además ya ha sacado a la venta parte de las localidades para la temporada 2010-2011; un café en el María Cristina; un vuelo en parapente sobre la Playa de la Concha; la última producción de Tricicle, en el Victoria Eugenia…
Sin embargo, la capital guipuzcoana es un destino privilegiado para los gourmets y los amantes de la gastronomía y el buen maridaje. Salir de pintxos por Donosti, recorriendo todas las callecitas íntimas y arremolinadas de su casco antiguo, alegra el ánimo y engrandece el espíritu.
Conscientes del tremendo potencial de este plato típico vasco, importantes chefs donostiarras han invertido creatividad y experiencia en engrandecer el concepto euskera de la “tapa“, llegando a convertir un bocado popular en auténtica obra de arte gastronómica.
Los precios son muy variados, rondando los 2,50€ de media por pintxo. Sin embargo, todo depende del establecimiento y de los ingredientes, pudiendo encontrarlos desde el 1,50€ hasta los 5,00€. Fríos o calientes, tradicionales o completamente novedosos, cocina casera o experiencias internacionales… el pintxo es, sin duda, seña de identidad del buen yantar y la amabilidad acogedora de Euskal Herria.
Pero quienes entienden de sublimes momentos culinarios saben perfectamente que un buen mordisco necesita de mejor trago que lo acompañe y en ello estamos si nos decidimos por cualquiera de los vinos que nos van a recomendar en cada establecimiento; pero, hacedme caso y optad por algo sencillo y muy apegado a ola tradición vinícola de Euskadi: Sidra y Txacolí.
Con todo esto no tenemos más que comer, beber y procurar hacerlo en buena compañía. Si vas sin acompañante… déjate querer por la buena gente de Donosti.
Asrials agosto 12, 2010 a las 7:24 am
Buaaaaaaaaaaaaaaaaaf, bien ricos que están!!!!! Cómo mola.
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