No me negaréis que al margen de los sentimientos religiosos o no de cada quien, aquí nos estamos encargando de ver la otra cara de la Semana Santa y lo estamos haciendo con recetas deliciosas, exquisitas, fáciles y en cualquier caso sabrosísimas que pueblan nuestras tierras por estas fechas.
Vamos hoy con un producto muy típico de muchas zonas de España, el guirlache. Sin embargo, durante estos días existe un caramelo de guirlache muy especial, el que es repartido por los nazarenos en la Semana de Pasión de la Comunidad de Valencia.
Es un dulce que ha mantenido a lo largo de los siglos sus maneras a la hora de ser elaborado, lo que garantiza una preparación artesana para unos ingredientes muy sencillos: miel, almendras y azúcar.
En Orihuela, una de las poblaciones donde más arraigada permanece esta dulcísima costumbre, los caramelos de guirlache también son conocidos como “caramelos del perdón”. El apelativo se debe a que fue una cofradía de la localidad, la del Santo Perdón, la primera en repartir los exquisitos bocaditos durante sus procesiones.
Es sin duda un postre de conventos y monjas, de manos artesanas y simplicidad deliciosa para paladares sinceros, disfrutones y sencillos. En su esencia, un caramelo con almendras, cortado en forma de turrón.
Receta:
– 250 gramos de almendras
– 250 gramos de azúcar
Pelamos las almendras y las extendemos sobre la bandeja del horno, donde las tostaremos sin que lleguen a dorarse.
En un recipiente colocamos el azúcar con un poco de agua y lo llevamos al fuego y dejamos que vaya fundiendo y reduciendo hasta que se haya convertido en caramelo. Es el momento de ir echando las almendras despacito, para no romper el punto de ebullición.
Finalmente volcamos la mezcla sobre un mármol o granito y dejamos enfríar. Con un cuchillo vamos cortando y dando la forma a nuestros turrones de guirlache y a disfrutar de la Semana Santa.