El Salvador posiblemente tiene algunos de los mejores escenarios que se pueden encontrar en América Central, con sus bosques nubosos, sus plantaciones que decoran el paisaje, con sus lagos en cráteres de volcanes extintos y, por supuesto, por sus impresionantes playas. Con más de trescientos kilómetros de costas, los visitantes seguramente tienen de donde escoger a la hora de ir a este país.
Las temporadas en las que las playas salvadoreñas reciben una mayor cantidad de visitantes son en navidad, en año nuevo y en semana santa, todo porque la temporada seca comprende entre los meses de diciembre y abril, mientras que la lluviosa es entre mayo y noviembre. Para llegar a El Salvador existen vuelos desde la mayoría de países en el continente americano, así como desde Europa, y desde la capital simplemente se puede alquilar un automóvil para ir a la playa que se desee.
Algunas de las playas privadas más hermosas se encuentran hacia el oriente del río Lempa y para aquellos visitantes que prefieren su propio islote privado, se recomiendo la Isla Piraya en la bahía Jiquilisco, desde donde se pueden ver unos hermosos paisajes de los volcanes hacia tierra firme y en donde existen unas arenas blancas increíbles. Las playas de Negra, Tunas y Tamarindo, cerca al Golfo de Fonseca, son uno de los destinos preferidos de los surfistas y de aquellos que simplemente quieren recibir un poco de sol.
Unos buenos lugares para encntrar hermosas playas y un ambiente inigualable incluyen la Costa del Sol que queda a unos 65 kilómetros al suroccidente de San Salvador, en el departamento de La Paz y que es considerada una de la playas con mejor infraestructura en el país y en donde se pueden encontrar algunos de los mejores sitios de alojamiento del El Salvador; y el Zunzal que está a unos cuarenta minutos de la capital y que es reconocida como una de las mejores playas para hacer surfing.
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