El nuevo Brasil, la potencia emergente de América Latina, se ha vinculado fuertemente con los acontecimientos deportivos. El próximo año, el país de los sambódromos será la sede oficial del Mundial de Fútbol y sólo dos años después acogerá la celebración de las Olimpiadas. Pero durante este mes, en la Amazonia Brasileña se han acogido otros Juegos Olímpicos, unos con muchísimas mas vinculación a las raíces populares y a los grupos étnicos de ese inmenso país. Se trata de los XII Jogos dos Povos Indígenas.
Los XII Juegos de los Pueblos Indígenas han sido posible gracias a la participación de más de 1500 atletas pertenecientes a casi medio centenar de tribus autóctonas de Brasil. A ellos les han acompañado una docena de representaciones de indígenas de otras tantas naciones.
Los participantes a los Juegos Indígenas se han reunido en Cuiaba, capital del estado de Mato Grosso. Aquí en plena Amazonia se han podido ver diferentes tradiciones indígenas de gran valor y riqueza cultural. Además, otra peculiaridad de estos juegos es que se elimina el sentido de la competitividad. Para los participantes, los Jogos dos Povos es una manera de participación y exhibición.
Los jugadores han participado en carrera de relevos con troncos de árboles de 100 kilos; el xikunahity, donde se el balón sólo puede pasarse con la cabeza; técnicas de combate y lucha, arquería… Para ganar sólo era necesario llegar a la meta y los participantes recibieron una medalla conmemorativa realizada en madera y semillas.