Las vacaciones soñadas en Río de Janeiro, en el suroriente de Brasil, son las que muchos están viviendo en estos días; con hermosas playas, lo mejor del fútbol mundial con la Copa Mundial de la FIFA y disfrutando de un grandioso clima cálido. Entre partido y partido, esta ciudad ofrece una buena cantidad de atracciones que no te puedes perder, ni en ninguna otra visita, y por eso te recomendaré uno de ellos.
El sitio recomendado de hoy en esta gran urbe de Brasil es la llamada Pedra de Gávea, que fue el primer lugar de toda esta parte del país en recibir un nombre portugués. Esta montaña fue bautizada por los marineros que llegaron allí en la expedición de Gaspar de Lemos, a principios del siglo dieciséis, quienes vieron que su silueta les recordaba a una Cofa de Vigía, o esa parte del mástil de los barcos desde donde alguien mira hacia donde se dirige la embarcación y sus alrededores.
Esta parte en portugués es llamada Gávea, y la famosa piedra es un monolito que está hecho gneis, que es una roca que está compuesta de cuarzo, mica y feldespato, y que le da esas líneas que hacen que su apariencia sea tan característica. Aunque el pico de la roca está en el barrio Barra da Tijuca, el resto también está entre São Conrado, Joah e Itanhangá.
La Pedra da Gávea tiene su pico, que está hecho de granito, a unos 842 metros de altura sobre el nivel del mar y es el bloque de piedra junto al mar más grande de todo el mundo. Debido a su altura, a su ubicación y a la creciente carencia de vegetación en ella, este lugar ha sufrido una gran erosión que le ha dado la apariencia de un rostro en una de sus caras, pero que al mismo tiempo ha hecho que se desprendan trozos de ella.
La mejor forma de ver este sitio es uniéndote a uno de los tours que te llevan a hacer senderismo hasta la punta de esta roca y que tiene una duración de unas dos horas. En la subida puedes ver una hermosa vegetación propia del bosque lluvioso atlántico, para ver cómo se va disminuyendo poco a poco en la cima, desde donde puedes tener unas preciosas vistas tanto de la ciudad como de la línea de costa y del mar.
Fotografías de Thiago Vidal Raqui, Shinagawa, regislop.