El Monte del León, que también es conocido como el León de Waterloo, es una colina artificial que fue puesta justo en el punto donde se presentó la famosa Batalla de Waterloo que fue la última de Napoleón, que está en lo que en la actualidad es Bélgica. Este monumento es para conmemorar el lugar en donde Guillermo II de los Países Bajos, o el Príncipe de Orange, fue derrumbado de su caballo por una bala en su hombro durante la batalla.
Este lugar fue mandado a hacer por su padre, el rey Guillermo I de los Países Bajos y completado en la primera mitad del siglo diecinueve, siendo diseñado por el arquitecto Real Charles van der Straeten, tomando la inspiración del ingeniero Jean-Baptiste Vifquain, quien lo concibió como un símbolo de la victoria de los aliados. Este monumento es un gran monte de tierra que está hecho con elementos traídos de diferentes partes del campo de batalla.
El Monte del León tiene un poco más de cuarenta metros de alto y tiene una circunferencia de 520 metros y estando allí se ve bastante imponente. A los turistas les encanta subir este monte hasta su parte más alta, subiendo sus 226 escalones hasta cuando llegan a la estatua que está en todo lo alto; y todo porque desde allí se puede tener una vista maravillosa de todo el campo de batalla.
En la parte más alta de este monte, los visitantes pueden ver la estatua de un león que está montado en un pedestal que está hecho de piedra. El león es el animal heráldico del escudo de armas personal del monarca de los Países Bajos y está allí para simbolizar el valor y tiene su pata delantera sobre una esfera, lo que significa la victoria en todo el mundo. Las leyendas locales dicen que este león fue forjado utilizando acero de los cañones abandonados allí por los franceses, lo que hace que muchos lleguen allí con la curiosidad.
Fotografías de Jean-Pol GRANDMONT, Isabelle Grosjean, Johan.