Turnhout es una ciudad que está en la provincia de Amberes, en la región de Flandes, en el norte de Bélgica, que tiene una buena cantidad de edificaciones históricas que la han convertido en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. En una caminata por allí podrás descubrir lugares de los siglos decimosegundo, decimotercero y decimocuarto, y hoy te recomiendo visitar el hermoso Castillo de los Duques de Brabante.
Este hermoso castillo es una de las joyas arquitectónicas que más te llamará la atención del centro histórico de la ciudad, tanto por su tamaño como por su belleza. El sitio fue construido durante el siglo decimosegundo, aunque renovado en varias ocasiones a través de los años, habiendo hasta sido uno de los lugares de retiro de María de Hungría, gobernante de los Países Bajos durante el siglo dieciséis.
Fue precisamente ella la que convirtió el Castillo de los Duques de Brabante en lo que es en la actualidad, ya que ella quería un sitio que compitiera con los espectaculares de Carlomagno. Así lo que antes parecía una fortaleza fue convertido en un palacio de estilo del Renacimiento, que en los siglos siguientes fue utilizado como una corte y hasta como prisión.
Este sitio lo puedes visitar en compañía de un guía local, por el que puedes preguntar en la oficina de turismo de la ciudad. Y así podrás entrar a algunas de sus habitaciones, algunas de las cuales mantienen el mismo mobiliario y decoraciones que en los siglos anteriores, y entre las que te recomiendo ver el salón principal, en el que hay unos hermosos murales de Karel Boom, en donde se muestra las épocas de María de Hungría.
Te aconsejo ver también el patio interior que es como en realidad dar una vuelta por el pasado, con sus decoraciones y detalles como sus estatuas. Y simplemente sentir el ambiente tranquilo de su interior, ya que está rodeado de agua y tiene acceso sólo por un puente, y experimentar cómo era la vida de los poderosos de la época en la que fue renovado.
Fotografías de Ricardo Liberato, Microtoerisme.