La capital de Austria, Viena, es una de aquellas ciudades llenas de historia que todos los turistas quieren descubrir. Y no hay mejor forma de descubrirla que caminando y viendo esos pequeños detalles que son los que la hacen especial, como son los detalles históricos que sólo se conocen cuando alguien los menciona y los recomienda, como lo es el Reloj del Ancla o Ankeruhr.
Este reloj, que está ubicado en la calle Hoher Markt 10/11, está ubicado en medio de dos edificaciones que pertenecen a la Compañía de Seguros Anker, sobre un puente que es el que las une. Este reloj se ha convertido en todo un atractivo turístico, porque cada hora se puede ver algo diferente, ya que al marcar cada una de ellas se puede ver a una figura especial de la historia.
Pero la parte más importante, y a la que va una mayor parte de los turistas que quieren visitar el Ankeruhr, ocurre al mediodía en el momento en el que cambia la hora. En ese minuto todas las figuras que aparecen individualmente durante el día hacen una procesión, así se pueden ver todas sin necesidad de quedarse viendo el reloj durante todo el día.
El reloj más famoso de Viena, que fue construido entre los años 1911 y 1917 basándose en los diseños del pintor Franz von Matsch, es visitado principalmente a mediodía, cuando se pueden ver filas de personas de pie frente a él tomando fotografías y grabando en video. Entre las figuras que salen de este reloj se pueden ver la del músico Josep Haydn, de la Emperatriz María Teresa y del Príncipe Eugenio de Savoya. De esta forma es un objeto que muestra un poco de la historia de la ciudad y del país.
Fotografías de Donar Reiskoffer, Thomas Ledl, Politikaner.