Berlín es la capital y la segunda ciudad más poblada de toda Alemania, teniendo unas joyas arquitectónicas que cuentan poco a poco la historia que ha pasado por allí. Son tantas las cosas que hay que ver allí que necesitarás más de un día para hacerlo y hoy te voy a recomendar un sitio que no te puedes perder y que es la Catedral de Berlín.
Este sitio es llamado originalmente Berliner Dom y fue completado a principios del siglo veinte, en el año de 1905, siendo la iglesia más grande y las más importante de las de denominación protestante en todo el país. En este mismo sitio habían existido antes otros templos y el actual llegó a ocupar el lugar de uno del siglo diecinueve, y aunque fue dañado durante la Segunda Guerra Mundial, fue restaurada a su belleza inicial.
Debido a los serios daños que sufrió durante el conflicto internacional, la Catedral de Berlín estuvo cerrada hasta el año 1993, aunque siguió siendo renovada hasta el 2006. Este templo tiene unos impresionantes 114 metros de largo y 73 de ancho, en los que se destaca un espectacular diseño arquitectónico del barroco.
Una de las partes que tomó más tiempo en su reconstrucción fue el domo, que es una de sus partes más atractivas porque tiene una rica decoración hecha de mosaicos. En el interior también puedes ver otras piezas de arte como el Órgano de Sauer, el púlpito que es de estilo neo barroco, y los vitrales que fueron diseñados por el artista Anton Von Werner.
Te recomiendo subir hasta la galería del domo, que no da tanto miedo como la de otros templos, ya que tiene unas escaleras mucho más sólidas y te da la oportunidad de detenerte a descansar y ver todo el resto de la iglesia. Antes de irte, te aconsejo ir a la cripta en donde están las tumbas de la familia Hohenzollern, la realeza Prusiana; así como visitar el exterior en la noche cuando es iluminado de una forma que te va a encantar.
Fotografías de benjamin-nagel, extranoise, Carcharoth, quinet, Wolfgang Sauber, grolli77.