Ya sabemos que Alemania últimamente se atreve con todo, incluso a apropiarse del bienestar de media Unión Europea que, sometida a la tiranía de sus mercados financieros y sus intereses económicos, languidece en medio de una hambruna desconocida en occidente desde el crack del 29.
No obstante, también estamos dispuestos a reconocer que no se puede generalizar y que, al margen de que también existe una bolsa de alemanes explotados con minijobs a sueldos patéticos que casi les condena a la indigencia, otros continúan mostrando una cara mucho más amable del alemán de a pié.
Son los alemanes que intentan vivir su vida sin jorobar la de nadie y que adoptan costumbres tan peculiares como la del Festival de los Colores, ese de tanto arraigo en comunidades hindúes.
Se lo han llevado a Berlín y, entre cerveza y cerveza, los teutones más simpáticos se han lanzado a la calle a tirarse polvo de colores. Las fotos lo dicen todo. Afortunadamente estas imágenes suavizan el rechazo que el comportamiento de una clase elitista y panalemana está provocando en la sociedad europea.
Alzamos nuestra copa por estos chicos y les deseamos un ¡Feliz Holi en Berlín! Aunque, desde luego, se nota que se lo están pasando de maravilla.
