Lorin Maazel, uno de los directores más divertidos

Si algo hace especialmente distinta a la capital de Austria durante los días precedentes al Año Nuevo son todos los preparativos para un acontencimeinto que tiene una enorme repercusión mundial. Millones de personas, a través de multitud de cadenas de televisión de todo el mundo, reciben el nuevo año con el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena.

Meses antes a la llegada del Fin de Año, conseguir entradas para poder disfrutar en directo del virtuosismo y la alegría de los maestros de la Filarmónica, resulta prácticamente imposible. Los valses vieneses, en su mayor parte obras de la familia Strauss (Johann padre, Johann hijo, Josef y Eduard) forman parte de un programa que permanece inalterable año tras año.

El día grande es el primero de enero, cuando desde primeras horas de la mañana se abren las puertas de la Sala Dorada del Musikverein de Viena, una de las tres salas con mejor acústica del mundo. El concierto también es ejecutado, como ensayo general público, el 30 de diciembre y el día de Nochevieja, como acto de la Fiesta de San Silvestre.

Zubin Mehta en 1998

Se calcula que más de 1.000 millones de espectadores, repartidos a lo largo de 70 países del planeta, asisten encantados a través de sus televisores y aparatos de radio, hasta que finaliza después de algunos bises con el siempre bien recibido Danubio Azul.

Las localidades para el ensayo general del Concierto de la Filarmónica de Viena 2012 cuestan entre 130 y 380€, mientras que para el día de Año Nuevo, los precios oscilan entre los 30 y los casi 1000€.

Sirva como curiosidad que las hermosas flores que adornan la Sala Dorada del Musikverein son un regalo anual de la ciudad de San Remo.

Fotografías de Austria.info y Wiener Philharmoniker.