El Djem es una población que está en la Gobernación de Mahdia, en el oriente de Túnez, que es muy visitado porque allí se encuentran algunas de las ruinas romanas más hermosas y conservadas de todo el continente africano. Este lugar era conocido como Thysdrus en las épocas romanas y uno de los mayores atractivos de las ruinas locales es el anfiteatro, en donde cabían en sus épocas 35.000 espectadores.
Esta ciudad tuvo su punto máximo en el siglo segundo debido a que era un centro de fabricación del aceite de oliva y el anfiteatro fue construido en el siglo tercero, después de que en el mismo lugar se hicieron dos con anterioridad. Este anfiteatro, que es uno de los más grandes y que aún se conservan en el mundo, a menudo es nombrado incorrectamente como el Coliseo, después del de Roma y el que está en ruinas en Capua.
El anfiteatro de El Djem fue hecho principalmente para presentar espectáculos de gladiadores y carreras de cuadrigas, teniendo una circunferencia de 427 metros, sólo cien metros más pequeña que la del Coliseo de Roma. Los turistas visitan este sitio para ver desde adentro lo que eran estos sitios, así como imaginarse lo que era ver uno de los espectáculos típicos, incluso llegando a ver los lugares en donde estaban los animales y los gladiadores.
Hasta el siglo diecisiete este sitio permaneció completo, pero luego sus piedras fueron tomadas poco a poco para construir algunas edificaciones de la villa del mismo nombre y hacia la Gran Mezquita de Kairouan. Sin embargo, este sitio fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año de 1979 y de esta forma fue protegido para que se pueda ver como se hace en la actualidad.
En un paseo por el interior de este sitio se pueden ver las galerías desde las que se ve tanto la parte dañada como la reconstruida, así como unas excelentes vistas de la ciudad alrededor. También se puede recorrer la arena en el interior e imaginarse cómo se sentían los gladiadores al estar allí.
Fotografías de Miroslav Krejcirik, Andrew Skudder, Cimoi, McKay Savage.