El ‘país de la sonrisa’, Tailandia, ultima todos los preparativos para la fiesta más importante del estado: la celebración de Loi Krathong. Cuando llega el final del monzón, del 17 al 21 de noviembre, las principales ciudades tailandesas se visten de fiesta para recibir a uno de los festivales religiosos de mayor importancia del planeta.
Los tailandeses hacen su particular homenaje a la diosa de las aguas, Mae Khongkha. Para ello elaboran los krathong, unas cestitas fabricadas con hojas de plátano, donde colocan sus ofrendas para la diosa. Por lo general, dentro de las cestas echan unas monedas, alguna flor de loto, velas y papelillos de vivos colores.
De este modo, los tailandeses dan las gracias a la diosa por los beneficios que les concede durante todo el año y, aunque es una fiesta religiosa y muy espiritual, los viajeros son bienvenidos. Son precisamente los turistas quienes disfrutan de una manera especial de una celebración muy vistosa, en la que destaca la espectacularidad estética y la belleza de los actos.
Como no podía ser de otra manera, además de las cestitas de Loi Krathong, el lanzamiento de farolillos también suponen un hito durante estas fechas tan señaladas. Si bien los festejos se hacen en multitud de ciudades, la Oficina de Turismo de Tailandia recomienda tres puntos en los que, precisamente por esta espectacularidad, Loi Krathong es muy especial: Sukhothai, Tak y Chiang Ma.