Estamos en una de las plazas más visitadas del mundo y sin lugar a dudas de los lugares más turísticos de la capital de Rusia. Durante años ha sido uno de los grandes símbolos de la antigua Unión Soviética, hoy sigue siendo objeto de culto para quienes añoran el ideal comunista y, para otros, es el lugar por el que pasear para visitar monumentos imprescindibles como el Kremlin o la Catedral de San Basilio.

No hace mucho que las televisiones del mundo devolvían las imágenes de aquellos presidentes de la extinta URSS, saludando a miles de seguidores desde los balcones de la fortaleza roja. Con la perestroika de Gorbachov, la caída del Muro de Berlín y el fin de la Unión Soviética, los desfiles militares fueron escaseando en la plaza y hasta el cuerpo embalsamado de Lenin dejó de estar expuesto al público.

Sin embargo, la Plaza Roja sigue siendo el corazón neurálgico de Moscú y se dice que de toda Rusia. Lleva allí desde los tiempos de Iván el Grande, que gobernó aquellas frías tierras durante el siglo XV. En esta enorme extensión se ha hecho casi de todo: ejecuciones públicas, coronación de zares, rendir honores a los héroes de la patria, discursos políticos, desfiles militares…

Un consejo, para los amantes de las panorámicas. Colocados en el centro de la plaza, girad sobre vosotros mismos y apreciad esa fabulosa imagen 360º impagable.

Fotografías de Petra Links, oarranzli, verygreen, yespahjoy, LLlyxep.
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