Las Islas Solovetsky, que también son conocidas como Solovki, son un archipiélago que se encuentra ubicado en la bahía de Onega, en el Mar Blanco, hacia el norte de Rusia. Este archipiélago está compuesto por seis islas que son la de Bolshoy Solovetsky, la de Bolshaya Muksalma, la de Bolshoy Zayatsky, la de Anzersky, la de Malaya Muksalma y la de Maly Zayatsky; siendo lo más cerca de tierra continental que tiene la Península de Onega.

La forma más fácil de llegar hasta allí es hasta el aeropuerto de Solovki, hasta donde llegan vuelos desde la ciudad de Arkhangelsk, que también está en el norte de Rusia, así como en embarcaciones desde la población de Rabocheostrovsk, que está a unos diez kilómetros al norte de la línea de tren que une a San Petersburgo con Murmansk, y de la que salen todos los días a las ocho de la mañana.

Las costas de las Islas Solovetsky son muy hermosas y están hechas de granito, mientras que hacia el interior tienen varias colinas, alcanzando los 107 metros de altura como punto máximo. En ellas también se pueden ver varios bosques hechos de pinos y otras partes que son pantanosas, así como los famosos laberintos de piedra locales, que son unos trece y que aunque no se sabe con certeza con qué propósito se construyeron, se dice que ayudaban a pasar a los muertos a la siguiente vida.

Y por último, recomiendo visitar el Monasterio Solovetsky que en otras épocas era la ciudadela cristiana más espectacular del norte de Rusia, antes de que se convirtiera en prisión y en campo de trabajos durante la primera parte del siglo veinte. La mayoría de estructuras de este lugar datan del siglo dieciséis y allí los visitantes pueden ver un museo histórico y arquitectónico, haciendo parte del Patrimonio de la Humanidad de esta isla que está inscrito en la Unesco.

Fotografías de И. Максим, Daniel Beilinson, Elen Schurova, Додонов Вячеслав Николаевич.