En República Checa hay varios lugares en donde los paisajes montañosos y la arquitectura se unen para formar atractivos turísticos que son muy populares en la actualidad. Uno de los sitios que tienen estas características que recomiendo visitar es Špindlerův Mlýn, que está en las montañas Krkonoše, en la región de Hradec Králové, en el norte del país.
En la actualidad este sitio tiene sólo un poco más de mil habitantes, pero tiene una capacidad de alojamiento para 10.000 personas, lo que muestra la popularidad que tiene entre visitantes del resto del país y del extranjero. Y es que este es el resort de montaña más visitado y más reconocido en todo el país, teniendo la ventaja de que cualquier época del año es buena para visitarlo.
Špindlerův Mlýn, que recibe su nombre en honor a un molino que pertenecía a la familia Špindler y que era un sitio de reunión hace bastantes décadas, es además uno de los resorts de esquí invernal más visitados de la República Checa. La población se encuentra entre los 740 y 1310 metros de altura sobre el nivel del mar, tiene un poco más de veinte metros de pistas y 5 telesillas.
Cuando se llega allí en temporada de esquí, se puede comprar un pase que sirve para todas las pistas y las facilidades locales, que incluyen no sólo las pistas que son excelentes para todos los niveles de esquiadores, desde los aprendices hasta los expertos, así como para los que practican snowboard, sino más de cien kilómetros de caminos que se mantienen diariamente y que son perfectos para hacer esquí cross-country.
Además, en los meses de verano se pueden practicar actividades como ciclismo de montaña y senderismo, así como deportes como natación en las piscinas locales, tenis y squash. Y si se es amante de la adrenalina, este lugar también ofrece varias alternativas como el parapente, el montañismo, los paseos en quads y el puenting, entre algunas otras.
Fotografías de ringt, Ralf Roletschek.